Es increíble la de veces que las mujeres elegimos los espacios más pequeños, la peor opción, la menor cantidad de comida y la renuncia antes que la oportunidad. Siento cómo esas “niñas buenas” que hay en nosotras nos impulsan al “menos mejor” para evitar conflicto. Crecemos con la idea de que ya es bastante ser mujer como para reclamar lo nuestro… y así se llena nuestra vida de soltar y ceder en vez de tomar y justicia. Veo demasiado frecuentemente …
Merecemos lo mejor
