Dentro de ti vive una danza ancestral.
La del deseo, el descanso, el pulso cíclico y el misterio.
Pero a muchas de nosotras nos enseñaron a temer nuestros ciclos, a callar nuestro placer, a desconectarnos del gozo que habita en el cuerpo.
Esta terapia es un regreso. Un reencuentro amoroso con tu sexualidad viva y tu ciclicidad sabia.
Es un espacio donde sanar la herida de haber crecido con vergüenza, culpa o desconexión, y reconectar con tu cuerpo como un templo.
Aquí el placer no es un lujo, es una medicina.